sábado, 1 de mayo de 2010

Piérola





Dufay: Nuper rosarum flores



Tenía una deuda personal con Piérola, y no porque sea bastante aficionado al muy recomendable vino que con igual nombre hacen en Moreda de Álava. Se trata más bien de que el convento de Piérola, o de San Juan de Piérola, aplacó mis frustraciones de escalador limitado, y me acogíó entre sus ruinas al ser incapaz de subirme por las exigentes paredes de la escuela de escalada que hay junto al convento.

A medio camino entre los pueblos alaveses de Antoñana y Orbiso, y al pie del monte Hornillo, el lugar de Piérola se menciona en el acto de entrega de Álava a Castilla en 1332 como una de las casas-torre más destacadas junto a las de Mendoza y Gebara. En el siglo XV, el lugar es donado a los franciscanos que fundan el convento de Santa María de Piérola, más tarde llamado San Juan de Piérola, y en el que permanecerían hasta la famosa Desamortización de Mendizabal, que los obligó a desalojarlo.

Actualmente, de la iglesia quedan en pie algunas paredes maestras y la espadaña barroca, además de parte de las dependencias conventuales que se utilizan actualmente como almacen agrícola.




Piérola desde el camino de Antoñana







Espadaña




Dependencias conventuales




" Camino de los frailes" hacia Oteo




Puerta de la muralla de Antoñana