domingo, 19 de septiembre de 2010

La lluvia amarilla


Casa en ruinas -Otxate-




Albada: Labordeta e Imanol



Cuando lleguen al alto de Sobrepuerto, estará, seguramente, comenzando a anochecer. Sombras espesas avanzarán como olas por las montañas y el sol, turbio y deshecho, lleno de sangre, se arrastrará ante ellas agarrándose ya sin fuerza a las aliagas y al montón de ruinas y escombros de los que, en tiempos, fuera […] la solitaria Casa de Sobrepuerto.
[…]
Durante largo rato, contemplarán el pueblo en medio de un silencio sepulcral. Todos ellos lo conocen desde antiguo. Alguno, incluso, tuvo familia aquí y recordarán los tiempos en que subía a recordar a sus parientes por las fiestas de Otoño o Navidad. […]
Pero, desde que murió Sabina, desde que en Ainielle quedé ya completamente solo, olvidado de todos, condenado a roer mi memoria y mis huesos igual que un perro loco al que la gente tiene miedo de acercarse, nadie ha vuelto a aventurarse por aquí. De eso, hace ya casi diez años. Diez larguísimos años de total soledad. Y, aunque de tarde en tarde, hayan seguido viendo el pueblo desde lejos –cuando suben al monte por leña o, en el verano, con los rebaños-, en la distancia, nadie habrá podido imaginar las terribles dentelladas que el olvido le ha asestado a este triste cadáver insepulto.
[…]


Julio Llamazares. La lluvia amarilla


Esta mañana, mientras conducía para acercarme al punto de inicio de la ruta de montaña que había planificado, he escuchado en la radio la triste noticia del fallecimiento de José Antonio Labordeta. Sus canciones han vuelto a mi memoria, y mientras me acercaba a las ruinas de Otxate, uno de los escasos despoblados de Álava (los oficialistas me dirán que está en Treviño -Burgos-, pero me quedo con lo que quieren las gentes que por allí viven), no podía dejar de recordar a los hijos de la María ( los que se fueron a Nueva York para trabajar de negro e indio en un salón), y al Marcelino y la Miguela (que se fueron a la emigración y ahora dicen "Gutten tachen, Auf wiedessen, chulico"), a Andrés, de Casa Sosas, el último de Ainielle, el que no estaba loco ni condenado y que permaneció fiel hasta la muerte a su memoria y a su casa, y a todas las personas que un día tuvieron que salir de sus pueblos,ya fuera voluntariamente o por obligación, y de aquellos que, pese a las dificultades y a la dureza de la vida en los pueblos de montaña, resistieron los embates de los cantos de sirena que llegaban de las ciudades.


Torre de Otxate



Ruinas en Otxate


Ermita de Burgondo -Otxate-


Interior de la ermita de Burgondo

Torre y ruinas de Otxate desde Burgondo

3 comentarios:

alma dijo...

Espero que en una de esas rutas de montaña que planificas te traigan algún día por aquí cerca, a mi tierra o al Curueño de Llamazares para poder darte un abrazo tan grande como la alegría que me llevo yo cada vez que se actualiza el Degurixa...Todos hemos escuchado a Labordeta hoy, Acho, y lo más bonito que yo he oído de él, lo dijo una compañera suya de la radio. Es un hombre necesario, dijo, que es casi lo mejor que se puede decir de nadie.

Preciosas las fotos, sobre todo las ruinas desde la ventana en ruinas...dice tantas cosas.

Un beso, Aratz.

SubHatun dijo...

Otxate, del que dicen está maldito, y hay todo tipo de oscuras leyendas sobre él.

Incluso Iker Jimenez le dedicó un programa....

aratz dijo...

Alma, ya me gustaría a mi, recorrer el Rio del Olvido, perderme En Babia, o visualizar las Escenas de Cine Mudo, aunque creo que prefiero la zona de Picos de Europa (Vega Huerta, Peña Santa) y su Cuevalagua.
Besos mil.


Sub, son muchas las historias que se han contado sobre Otxate, las tres pestes que la asolaron en el siglo XIX, la misteriosa desaparición del párroco, las apariciones de espectros, los avistamientos de ovnis,... pero no dejan de ser conjeturas de las que no hay constancia histórica.
Lo que sí está constrastado es que hasta 1918 sigue habiendo registro de bodas, bautizos y defunciones, y que posiblemente fuera la "gripe española" y la emigración hacia otros pueblos y hacia Vitoria la causa de que el pueblo se despoblara en los años 20.
Independientemente de las verdaderas causas, todos los pueblos abandonados tienen un halo de misterio y maldición a sus alrededor.
Un abrazo sub.